Análisis: Yasujirō Ozu

Yasujirō Ozu: La búsqueda de un estilo, del Neorrealismo al retrato impecable de las familias

Mi experiencia como programador de cine me ha expuesto a múltiples caminos cinematográficos, revelando diversos lenguajes y conceptos que han enriquecido profundamente mi percepción de las imágenes.

Yasujirō Ozu

Uno de los movimientos que más he disfrutado y al que recurro con frecuencia es el cine italiano de posguerra, un movimiento que buscaba llevar la realidad cinematográfica a la gran pantalla mediante elementos del cine documental potenciados por el poder de la narrativa. Los cineastas sacaron sus cámaras a las calles para documentar la vida real de los italianos, convirtiendo la pantalla grande en un espejo de las luchas del proceso de reconstrucción. Este movimiento, conocido como Neorrealismo, fue impulsado por tres nombres icónicos que vienen inmediatamente a la mente: Rossellini, De Sica y Visconti.

Bert Cardullo ofrece una definición perspicaz del Neorrealismo en el segundo capítulo de André Bazin and Italian Neorealism. Explica el término en su contexto cronológico, afirmando:

Roma, ciudad abierta (1945) de Roberto Rossellini

"El término 'neorrealismo' fue utilizado por primera vez por el crítico Antonio Pietrangeli para describir Ossessione (1942) de Luchino Visconti, y el estilo alcanzó su madurez entre mediados y finales de los años cuarenta con películas como Roma, ciudad abierta (1945) de Roberto Rossellini, El limpiabotas (1946) y Ladrón de bicicletas (1948) de Vittorio De Sica, y La tierra tiembla (1948) de Visconti. Estas películas no solo reaccionaron contra la banalidad que había dominado el cine italiano durante mucho tiempo, sino también contra las condiciones socioeconómicas imperantes en Italia. A pesar de contar con recursos mínimos, los cineastas neorrealistas trabajaban en locaciones reales, empleando tanto actores locales como profesionales. Con frecuencia improvisaban sus guiones en el set, transmitiendo de manera impactante la situación de individuos ordinarios oprimidos por circunstancias políticas fuera de su control. El Neorrealismo liberó al cine de los confines artificiales del estudio y del sistema de estudios originado en Hollywood, y representó toda una filosofía moral y ética, convirtiéndolo en mucho más que un simple nuevo estilo cinematográfico."

Ladrón de bicicletas (1948) de Vittorio De Sica

Martin Scorsese ha elogiado esta gloriosa era como "el momento más valioso en la historia del cine". En efecto, fue un período revolucionario que insufló nueva vida al cine. Uno de los grandes contribuyentes a esta evolución fue el extraordinario Federico Fellini, quien aportó fantasía, color y esperanza a las historias que creó. Sin embargo, Fellini era consciente de la delgada línea que separa el cine de la propaganda. No es un secreto que los fascistas fundaron Cinecittá en 1937 tras haber sido testigos del impacto que el cine tenía como herramienta propagandística en manos de los nazis y la Unión Soviética. No obstante, la historia ha demostrado que sus intenciones fueron contrarias a los resultados esperados. Sobre esta cuestión, Fellini expresó:

"El Neorrealismo no trata sobre lo que se muestra, sino sobre cómo se muestra. Es simplemente una forma de mirar el mundo sin preconcepciones ni prejuicios. Algunas personas siguen convencidas de que el Neorrealismo solo debe usarse para retratar un tipo particular de realidad: la realidad social, para ser exactos. Pero en ese caso se convierte en propaganda."

Federico Fellini

Sin duda, el Neorrealismo se asocia principalmente con Italia, pero esto plantea la pregunta de si Italia fue realmente el origen del movimiento o si hubo cineastas anteriores que mostraron características similares. Aunque muchos creen que el Neorrealismo nació en Italia, hay otros nombres que merecen reconocimiento por sus contribuciones al cine antes de que el movimiento cobrara notoriedad.

Uno de estos directores, cuya obra aportó un fuerte sentido de realidad al cine antes del auge del Neorrealismo, es Yasujirō Ozu, un cineasta a menudo pasado por alto en la discusión sobre este movimiento. La similitud con el Neorrealismo se encuentra predominantemente en sus primeras películas. Reflexionando sobre la afirmación de Fellini de que "el Neorrealismo no trata sobre lo que se muestra, sino sobre cómo se muestra", encontramos un profundo significado en la filmografía de Ozu. Sus películas ofrecen una perspectiva única de la condición humana, sin nociones preconcebidas ni juicios. Ozu dejaba que la interpretación quedara en manos del espectador. A través de la simplicidad, logró transmitir un sinfín de historias, convirtiendo su cinematografía en una referencia para críticos, cineastas y cinéfilos. Su trabajo destaca por su capacidad narrativa y su profunda observación del ser humano.

Los inicios de Ozu

Ozu nació el 12 de diciembre de 1903 en Tokio, pero creció en el campo, en Matsuzaka. Su amor por el cine comenzó cuando vio una película de Matsunosuke en el cine Atagoza de su pueblo natal. A pesar de la oposición de su padre, su tío reconoció su pasión por el cine y lo presentó a Teihiro Tsutsumi, gerente de Shochiku, lo que marcó el inicio de su carrera como asistente de cámara.

En los estudios de Shochiku en Kamata, Tokio, Ozu comenzó aprendiendo sobre el equipo, la iluminación y cada aspecto del cine desde la base. En 1927, completó su primera película, The Sword of Penitence, aunque hoy en día no se conservan ni el guion ni los negativos. A lo largo de su vida, Ozu realizó un total de 54 películas, de las cuales solo 36 han sido recuperadas.

La película más antigua de Ozu que ha sobrevivido es Days of Youth (Wakaki Hi, 1929), una comedia sobre dos jóvenes que compiten por el amor de la misma chica mientras intentan aprobar sus exámenes. En este filme, se puede notar el uso de primeros planos y fundidos, elementos que con el tiempo evolucionarían hasta definir su estilo único.

Days of Youth (Wakaki Hi, 1929)

En 1932, Ozu alcanzó su primer gran éxito con I Was Born, But..., que narra las dificultades de una familia desde la perspectiva de dos niños. Aunque se podría considerar una comedia, esta película marcó el inicio de algo extraordinario en su cine: un proceso de observación pausada, narrando historias honestas que resonaban en la vida de las personas. Ozu apreciaba tanto esta película que la reimaginó décadas después en Technicolor, titulándola Good Morning.

Good Morning (お早よう, 1959)

Durante la década de 1930, la Gran Depresión azotó al mundo, y Ozu no fue ajeno a su impacto. Si analizamos su filmografía en este período a la luz de la definición de Bert Cardullo sobre el Neorrealismo, podemos notar que sus películas contenían muchos de los elementos que definirían el movimiento años después.

"An Inn in Tokyo" y su conexión con el Neorrealismo

Una película en particular me cautivó mientras exploraba la filmografía de Ozu: su último filme mudo, An Inn in Tokyo (Tôkyô no yado, 1935).

An Inn in Tokyo (Tôkyô no yado, 1935)

La película inicia con un carrete de cable abandonado, estableciendo el tono de la historia. Desde los primeros minutos, Ozu nos introduce a un hombre con sus dos hijos deambulando por Tokio, luchando por sobrevivir en medio de la depresión económica. A través de una narrativa estructurada en tres actos, Ozu nos sumerge en la cotidianidad de esta familia, permitiendo que la audiencia se conecte con ellos de manera auténtica.

En muchos aspectos, An Inn in Tokyo es un precursor del Neorrealismo, anticipando las temáticas que más tarde definirían películas como Ladrón de bicicletas de Vittorio De Sica. Sin embargo, encuentro la película de Ozu aún más impactante en su autenticidad.

Tokyo Story (1953)

El legado de Ozu

Yasujiro Ozu, conocido como "el más japonés de todos los cineastas", dejó un legado eterno que lo convierte en un referente indispensable del cine. Como bien lo expresó Donald Richie:

"Ozu ofrece un punto de vista de tristeza comprensiva."

Sus películas nos invitan a compartir la vida de sus personajes, no como meros espectadores, sino como participantes en su mundo, con la maestría de un verdadero maestro del cine.

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Juan Carvajal

Juan Carvajal is a Colombian filmmaker and film programmer known for his dedication to showcasing diverse cinematic experiences. With a keen eye for capturing the essence of cultural movements, Juan recently completed his debut documentary, "La Salsa Vive," a vibrant exploration of the enduring legacy of salsa music.

https://m.imdb.com/name/nm7191887/
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